viernes, 16 de diciembre de 2011

en la cima...

En esta ocasión, tomaremos como parámetro de análisis la vida del bíblico Rey David. Veremos como hizo para superar diferentes etapas hasta llegar a la cima y convertirse no sólo en Rey, sino en un personaje recordado y admirado, incluso en nuestros días.

En este análisis, tomamos un enfoque espiritual, porque muchas veces las conquistas se tienen que dar en lo espiritual para que luego se hagan realidad en lo natural.

David fue el rey más grande de Israel, gobernó durante cuarenta años atravesando cuatro lugares geográficos, donde vivió distintas experiencias, situaciones similares por las que hemos pasado o pasaremos. Estos lugares geográficos representan situaciones comunes a todos aquellos que buscan alcanzar un sueño.

David aparece en una cueva, en Adulán, otra ciudad, donde estaba solo, con cuatrocientos endeudados, y después vinieron 200 más.

Todos pasaremos por estas cuatro fases: tendremos poco, por la prueba, por la bendición y llegaremos a la conquista.

El famoso experto internacional de Marketing, Seth Godin, menciona estas mismas cuatro etapas, y a la etapa de la cueva la llama el desierto o abismo. Sólo los que superan el desierto logran alcanzar la meta, y el abismo es una etapa común que atravesaron todos aquellos que alcanzaron sus más altos sueños.

Hay principios para llegar a la cima y alcanzar nuestros sueños.

1º Ser constante.

Debes ser constante.

El bíblico José tuvo un sueño y lo tiraron al pozo. Después fue sirviente, de sirviente fue a la cárcel y de allí, pasó a ser ministro de economía. Si cuando lo tiraron al pozo, José no hubiese confiado en sus sueños, ¿qué le habría pasado? Se hubiese muerto. Pero siguió confiando en sus sueños en cada etapa y llegó a la cima del sueño.

Nadie conoce exactamente todo el futuro, cada uno lo descubre progresivamente. A medida que le buscamos, el futuro nos llega paso a paso. "De gloria en gloria, de triunfo en triunfo", es una progresión.

"La buena tierra produce al treinta, al sesenta, y al cien," dijo Jesús.

Muchos no salen de la cueva (su problema) porque dejaron de confiar en su sueño. Ser constante, es presente continuo, un verbo que se mantiene constante en el tiempo.

¿Cuándo? Ahora, mañana, cuando te levantes, cuando salgas, cuando llegues a tu trabajo y te mantengas constante diciendo: "Llegaré a mi sueño".

Siendo inconstantes no entraremos al próximo nivel, y muchas veces no salimos de los problemas porque somos inconstantes. Rompe todo emocionalismo y las excusas, declara: "no me quedaré en la cueva, me comprometo; no me quedaré solamente en la bendición, quiero llegar a conquistar mi sueño y ser bendición".

Lo natural es como lo espiritual. Por ejemplo, vamos a la escuela, cursamos el primario, si nos mantenemos estudiando iremos al secundario, luego a la universidad y, haremos los post grados después de recibirnos, si fuimos constantes. Si la constancia en lo natural nos lleva a la cima, en lo espiritual es igual.

Confía en tus sueños y esa fe te llevará al lugar de bendición.
La gente no tiene problemas cuando les dices que crees en Dios, pero si les dices que todos los jueves, y los sábados vas a la iglesia ¡se vuelven locos!, y te dicen: "¿Qué? ¡Ahí te lavaron la cabeza!"

A nadie le resulta raro ir todos los sábados al club, o a bailar o a distraerse, pero si se ponen como si estuviesen viendo un alien cuando decimos que vamos a la iglesia.

Es que en el mundo espiritual se sabe que, si eres constante, entrarás a un nivel superior. Lo espiritual maneja lo natural, por eso, la batalla se libra primero en lo espiritual.

2 Libertad

En Roma, Jesús quebró políticamente tres culturas: la judía, la romana y la griega; le movió los negocios a los políticos y al sistema religioso de las más grandes culturas, por eso lo mataron.

• Por un motivo religioso (para los judíos)
• Por un motivo político (para romanos y griegos)
• Y por el pecado (de todos nosotros).

Cuando la meta es "ser grande", buscar aplausos, posición, reconocimiento, serás un esclavo de la gente que te manipulará porque equivocaste el objetivo, quisiste ser grande, buscaste un título, una chapa.

Hay gente que se dedicó a sus hijos, trabajó por la familia y hoy están amargados, resentidos, porque, el que quiera ser grande y busque reconocimiento terminará siendo sirviente de los demás, porque el que busca primero los aplausos, al final terminará sirviendo, pero el que comienza sirviendo, al final terminará gobernando.

"El que es grande, sirve".

Son dos cosas distintas el buscar el aplauso y que el aplauso te encuentre.
No busques un título, realiza el objetivo para el que naciste, no busques reconocimiento, cumple tu meta y alcanzarás tu sueño. Y cuando persigas tu sueño, la grandeza te encontrará, el aplauso aparecerá, te darán el amor porque no buscaste, grandeza. Como tu meta no es el aplauso sino hacer el sueño que está en tu corazón, eres grande y puedes servir.

Tu objetivo no es la fama sino que tu objetivo son tu visión y tu misión. Tu objetivo no son los aplausos sino alcanzar el sueño de tu corazón. Ahora bien, es muy probable que el reconocimiento venga cuando alcances tu visión y tu misión y tu sueño sea realizado.

En la Biblia (Jueces 9: 8-15) hay una parábola sobre los árboles que buscaban un rey. Ningún árbol aceptó porque no querían dejar de dar los frutos para lo cual fueron creados.

La higuera, la vid, el olivo no buscaban aplausos, sólo querían dar sus frutos: aceite, uvas, vino, higos. Le ofrecieron a la zarza el reinado, "total, no estaba para nada".
Naciste para hacer y alcanzar algo.

Qué hacemos cuando tenemos miedo: "Me acurruco" (porque la psicología dice que cuando tenemos miedo, buscamos la posición fetal queriendo ser protegidos, o cuando tenemos frío, nos tapamos hacia arriba. Dicen los psicólogos que todos queremos volver a la panza de mamá, por eso nos gusta tanto ir a la pileta, porque es como volver a nadar en el líquido amniótico.)

"Eso es en lo natural, pero en lo espiritual deseas volver al vientre porque ahí es donde te di los sueños".

No persigas la fama sino el sueño de tu vida, y los aplausos y el reconocimiento aparecerán junto con ellos.

Si vuelves a acurrucarte, en tu interior oirás: "Cuando vuelvas al origen, al momento en que soplé mi sueño en ti y hagas lo que te llamé a hacer, dirás como el más grande: 'He acabado la carrera, he guardado la fe'".

Constancia, libertad, perseguir el sueño, y celebraremos la victoria de nuestros sueños.

La unción en la Biblia se compara al aceite y al vino, que se extrae de las aceitunas y las uvas (fruto del olivo y la vid).

La unción viene del fruto, el fruto es tu servicio, gasta la unción que está en tu servicio.

Dejas de buscar el aplauso, los "títulos" y llegarás a la cima, desde donde tomarás más cimas.

En la cima no hay montañas para escalar, cuando llegas a la cima ya no bajas más, las conquistas son de cima a cima

lunes, 12 de diciembre de 2011

las montañas de nuestro camino...

Cuando hablamos de montañas o la biblia habla acerca de montañas, habla acerca de problemas.
¿Cuántos tienen una montaña en sus vidas o una cordillera? A veces cuando pastoreamos nos frustramos porque queremos resolver las situaciones a nuestras ovejas, pero es imposible, lo que si podemos es predicar y enseñar la palabra para que a través de ellas encuentren la solución de sus problemas.
Nos escriben creyendo que somos médicos, arquitectos, abogados, pero somos Pastores que les enseñamos a ser hacedores de la palabra de Dios.
Tal vez la montaña que estás experimentando, es un matrimonio que no está funcionando, o tal vez es una financiera, estás endeudado, o tal vez es un problema de salud, el médico no te dio una buena noticia. Pero cualquiera que sea tu montaña esa montaña se tiene que mover si tienes la fe.
Muchas veces lloramos la montaña, oramos la montaña, pero necesitamos estar haciendo lo que Jesús dijo en Marcos 11:23 "Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho", en este versículo está tres veces el verbo "decir" cuando hay una misma frase en una porción corta de las escrituras es porque Dios quería hacer un énfasis especial, en un solo versículo Jesús nos dio la llave la clave para que se mueva la montaña: "hablarle", lo que tienes que estar haciendo con la montaña es ordenándole.
Deberías estar diciendo "te vas temor, no tienes autoridad para estar aquí", a la enfermedad "te vas de mi cuerpo en el nombre de Jesús", deberíamos estar ejerciendo autoridad sobre las cosas que Jesús nos dijo que le ejerciéramos. No me puedes decir que eres una persona con fe para mover montañas pero eres mudo.
La característica número uno de la persona de fe, es que le habla a la montaña. No te quedes sentado esperando que la montaña te hable, háblale de regreso. No es una coincidencia que Dios escogió una montaña para representar nuestros problemas, porque ellas son grandes y parecen permanentes. Han sido tanto los años de padecer con lo mismo que parece una montaña. Pero cuando le hablas empieza a retroceder y a desintegrarse por dentro.
Cuando hablas palabra de fe, sobre tu situación o problema, entonces tú aparentemente no ves nada, pero hay un reino invisible, lo hecho fue hecho de lo que no vemos, creemos que no existe un reino invisible, pero este reino es muy movido, cuando hablas la palabra de Dios, dando órdenes a esa montaña, todo el reino de Dios comienza a ponerse a tu favor, comienzan a ordenarse para que tu cumplas tu propósito divino. El reino de Dios se mueve a favor de aquellos que hablan como Él. Dios se mueve cuando te ve en posición de fe. Tú no vas solo, vas en la autoridad del hijo de Dios, el poder de Jesús te respalda, Su sangre, todo el reino de Dios se pone a tu favor para respaldarte, el diablo comienza a temblar.
¿Cuánto tiempo pasara? No sé pero si te puedo decir que se moverá y se echara al fondo del mar.
Recordemos cuando Jesús le habló a la higuera y dijo "nunca nadie coma de ti frutos", al día siguiente los discípulos se dieron cuenta que la higuera estaba seca, Jesús les dijo "cuando yo hablo aparentemente no está pasando nada". Cuando Jesús habla o cuando tú hablas las palabras deDios, los problemas son tratados desde la raíz.
Cuando hablas a la montaña aparentemente no está pasando nada, pero todo el reino espiritual se está alineando, la palabra de Dios en la boca de Dios tiene la misma autoridad de la palabra de Dios en tu boca. Si va a funcionar, porque cuando Jesús habla el problema es atacado de raíz. Si tu no le hablas a la montaña ella te hablará a ti, en la mañana, en la noche, en sueños, ella no se va a quedar callada y cada vez se hace más grande, deja de estar contando a todo el mundo de tu montaña, háblale a la montaña, ordénale que se quite, que se vaya. Los ángeles de Dios están peleando a tu favor, hay un tiempo para orar pero hay un tiempo para hablarle a la montaña.
Decreta, ordena, y esa montaña se tiene que mover.TENIENDO FE PARA MOVER MONTAÑAS
La única voz que tu montaña reconoce es la tuya. Ella no se mueve con mi voz sino con tu voz, mis problemas no tiene voz, no tienen oído, si tienen porque te hablan todo el tiempo" vas a fracasar" "no vas a tener con que pagar", "tu familia se va a acabar", pero es tiempo que tú le hables a ellos. "no voy a morir sino que voy a vivir, "seremos una familia constituida en la palabra de Dios" La fe tiene que salir por nuestra boca, proviene del corazón pero se desata con la boca.
Tienes que hablarlo para que lo puedas ver. Si quieres saber cómo va a ser tu vida en cinco años, Mira lo que estás hablando hoy. ¿Qué estás hablando?, ¿enfermedad, angustia? ¡No! yo voy a ver la bendición, percibo que va a ser un año de bendición, voy a tener que contratar más empleados, no me voy a enfermar ningún día. La gente quiere vivir bien pero habla mal.
¿Le va a empezar a hablar a la montaña? , ¿O quiere que hagamos una fiesta con las montañas y todos hablamos de las montañas?, ¿O empezamos a ordenarles que se muevan y que nos dejen pasar a nuestro propósito divino? Yo soy un conquistador no un perdedor, soy más que vencedor no un vencido. Háblele a sus montañas. Háblele a las cosas que quiere comprar, la casa que quiero comprar tiene que tener oídos, quien me dijo que le hablara a las montañas fue Jesús, si él dijo yo lo hago y tiene que funcionar. Nos van a tratar como trataron a Jesús de loco, quizá te dirán: "mira este y que tiene
carro y llega mojado", usted diga: ¡si pero es que no me lo han entregado! Las cosas que usted quiere tienen oídos. Yo le hablo a muchas cosas y he visto cómo funciona.
Recuerde la historia de David y Goliat, Goliat era un gigante, los hermanos de David eran guerreros habían sido convocados y estaban en la orden de batalla. David fue a llevarles comida a sus hermanos, y se encontró un campamento lleno de dudas, todo el mundo hablando del problema "es un gigante, tiene une escudo, una jabalina" pero David se paró y dijo "quien es este incircunciso…" él no tiene el favor de Dios yo tengo el favor de Dios, le decían que no podía porque era pequeño.
Pero él decía "tengo la autoridad en el nombre del Señor, si el Señor está conmigo ¿quién podrá estar en contra mía?", esta es un guerra de argumentos, aquí gana el que más argumentos tenga, y nuestro argumento es la palabra de Dios, así que vamos a ganar esta guerra, las mujeres vamos a ganar esta guerra, porque nosotras hablamos, y hablamos, pero no hable lo que no tiene que hablar, hable sobre sus hijos, su esposo, empiece a hablar la bendición que son, sobre su trabajo, sobre su futuro.
Goliat también despreció a David, esto fue lo que hizo David antes de derrotarlo, lo leemos en 1ra Samuel 17:46. Si quieres derrotar a tus gigantes antes tienes que hablarles. En la creación del mundo Dios no pensó, las cosas cambiaron cuando Dios empezó a decir "hágase la luz", "y dijo Dios, y dijo Dios", tienes que empezar a hacer lo que hizo Dios cuando todo estaba oscuro y vacío, habla tal cual como Dios lo hizo para que las cosas empiezan a surgir.
Si tienes una montaña hoy, no hay nada más poderoso que declarar tu victoria