jueves, 24 de mayo de 2012

LO QUE HABLO DE MI El pensamiento al hacerse palabra queda declarado como algo que creemos firmemente y queda implantado en nuestro corazón. La biblia dice en proverbios 18:21 que nosotros "comemos" del fruto de nuestro labios: "En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto". Comer es ingerir, es introducir algo en nuestro ser, comer del fruto de nuestra lengua introduce cosas en nuestro corazón. Un pensamiento no llega a ser confirmado por nosotros hasta que se hace palabra. El pensamiento al hacerse palabra queda declarado como algo que creemos firmemente y queda implantado en nuestro corazón. Las palabras que decimos son escuchadas por nuestros oídos y mente, por eso es que "comemos de ellas" cada palabra tiene un poder de fe, un tipo de pensamiento, un espíritu que transmiten, ya sea negativo o positivo, de queja o de alabanza, de odio o de amor, de temor o de fe. En Ezequiel 3:3 también aparece el principio de comer la palabra de Dios. Dios le dijo al profeta: "y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel". Nuestra boca tiene que estar llena de la palabra de Dios porque de ella se alimenta nuestra vida espiritual, mental, emocional y física. En Prov. 4:22 dice también que es medicina a nuestro cuerpo. Jesús dijo que no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios y en el padre nuestro la oración dice: "El pan nuestro de cada día dánoslo hoy" esto no es solo sustento de la comida, sino comer de las palabra que leemos, oímos y confesamos. También el Señor dijo que sus palabras son espíritu y son vida, tienen poder (Juan 6:63). Nadie tiene más autoridad sobre mi vida que yo mismo. Tal vez hubo personas de nuestro entorno que declararon palabras muy negativas sobre nosotros y eso produjo cierto efecto destructivo, pero la buena noticia es que podemos sobreponernos a cualquier sentencia negativa tan solo con lo que nosotros mismos digamos con nuestros labios. La lengua esta adentro del cuerpo, no es un miembro exterior, eso nos dice que esta directamente conectada con nuestro ser interior y que transmite cosas profundas de nuestro ser, que vienen de nuestro espíritu, corazón o alma. Hace algunos años estaba con escasez de dinero y ya no sabía que hacer, agarré la Biblia y comencé a hacer mía la promesa de Filipenses 4:19 y no solo la declaraba con mis palabras, también la escribí muchísimas veces en varias hojas con una lapicera para que me quedara bien grabada en mi mente a través de lo que leían mis ojos, declaraba mi boca y escuchaban mis oídos: "Mi Dios pues, suplirá todo lo que me falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" Se me cansaba la mano de escribirla tantas veces, pero la creí, la implante en mi corazón. Al poco tiempo eso me llevo a recibir las estrategias de Dios para salir de todo problema económico y tener abundancia. Hace unos días aprendí dos temas interesantes, uno explicaba que en todo el universo hay vibraciones sonoras, ya sea que sean percibidas o no por nuestro oído, existen. Son una serie de sonidos y vibraciones que se pueden detectar con elementos especiales, muchos se han grabado y llamativamente tienen un ritmo parejo y musical. El estudio afirmaba que todo en el universo era sonoro y musical. Cada sonido tiene una onda que podemos percibir no solo por nuestro oídos, sino también en nuestros cuerpos. Alguna vez habrás notado que un sonido fuerte se puede sentir con el cuerpo. Un fuerte sonido puede romper cristales, incluso mover cosas, porque es una onda física que impacta lo que tiene alrededor. Esto nos enseña que viéndolo del lado espiritual nuestra palabras tienen una influencia tremenda, si pensamos que solo las ondas sonoras impactan nuestro cuerpo, imaginemos en forma paralela como impactarán nuestro espíritu y alma. Nuestros oídos, cuerpos y ser interior reciben el poder de las palabras. Otra noticia reciente fue que se creo el primer prototipo de autos que se manejan con la mente, estos vehículos llamados "Psico-autos" estás siendo preparados para las personas con movilidad reducida. La nota dice lo siguiente: "Para conseguir que el vehículo se moviera, los investigadores utilizaron un coche controlado por computadora y desarrollaron una interfaz para conectarlo al conductor. Luego "entrenaron" a la computadora para que asociara las ondas cerebrales que se generaban con cada pensamiento a una orden para mover el vehículo, de manera que el auto "obedeciera" las órdenes e hiciera lo mismo que el conductor estaba pensando". (link). Si por medio de la ciencia los pensamientos pueden dirigir los movimientos de un auto ¡¡como no serán de influencia en nuestra vida!! Claro que la bibla desde hace miles de años que nos habla del poder de los pensamientos (Sal. 7:9; 94:11 Job 37:19 Prov. 12:20; 20:5 Ef. 4:23). Por eso nos limpia la mente para tener pensamientos de paz, de bendición y de pureza. Los pensamientos son de enorme influencia a todo lo que hacemos en la vida. Pienso que si la computadora es capaz de interpretar ordenes del pensamiento para mover un vehiculo, nuestro cuerpo y alma son capaces de ser influenciados por pensamientos negativos, de derrota, incredulidad, perversión o temor para movernos a la maldición. El apóstol Pablo nos enseña: "piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es digno de alabanza; si hay en ello alguna virtud, si hay algo que admirar, piensen en ello". (Fil. 4:8) Es hora que en nuestro diario vivir comencemos a hablar bien de nosotros mismos a no menospreciar nuestro potencial. Cuando hacemos algo muchas veces lo criticamos, subestimamos nuestra propia capacidad. Si quieres ser de bendición debes estar bendecido, ¿Cómo quieres bendecir a otros y no hacerlo contigo mismo?. Las palabras se implantan en nosotros En Santiago 2:21 se nos dice: "que recibamos con mansedumbre la palabra implantada" en otras versiones dice "sembrada" porque las palabras penetran en nosotros, se incuban y dan algún tipo de fruto. Nunca más te auto maldigas, te critiques, declares cosas tales como: "Nunca voy a poder terminar mis estudios", "no se si podré hacer este trabajo", "no me siento capaz de liderar", "no creo que mis emprendimientos den resultados", "de esta enfermedad no me curo más" Estas palabras no son inocentes porque las crees y recibes cuando las declaras. No esperes que venga alguien a decirte lo que tienes que hacer o que te una palmadita de aliento, lo que Dios dice en su palabra, sus promesas deben ser nuestro lema de vida. Por cada problema que tengamos hay "una medicina" en la palabra de Dios. Mírate al espejo cada día y desata palabras de bendición, éxito, prosperidad, salud y victoria. Declara: "Soy un hijo de Dios, perdonado por la sangre de Cristo, estoy sano por la fe, mi herencia es la riqueza y no la pobreza, la abundancia y no la escasez. Declaro que tendré relaciones sanas y se aleja de mi vida toda persona que quiera traerme dificultades. Soy todo lo que dice la biblia que soy y renuncio a creer lo que cualquier persona diga negativo acerca de mi, solo recibo y acepto palabras de vida, salud, sanidad, abundancia, avance, conquista y crecimiento"

miércoles, 16 de mayo de 2012

No podemos dejar que las circunstancias controlen nuestras emociones que nos llevan a encerrarnos en una tristeza que si no la controlamos, destruye nuestra vida. Comúnmente desconfiamos de muchas personas a nuestro alrededor, estamos pendientes de cuidarnos de aquellos que puedan hacernos daño. En otras palabras, ubicamos a nuestros enemigos para mantener una distancia para protegernos. Nos enfocamos tanto en esto, que no nos damos cuenta de que a veces nuestro principal enemigo somos nosotros mismos. El corazón lleno de emociones y sentimientos nos juega trampas en las que caemos y por ello sufrimos quizás más de lo necesario. En la Biblia, Jeremías 17: 9 dice que “engañoso es el corazón más que todas las cosas”. Tendemos a manejarnos de acuerdo a cómo nos sentimos y tomamos decisiones basándonos en nuestras emociones. Tuviste un problema con tu esposo/a, te lastimó y hoy te levantaste sin sentir amor por él o ella. Comenzaste a cuestionarte hasta que llegas a pensar si casarte fue un error. Toda una artimaña mental basada en unos días en los que no sentiste el mismo amor que sentías al principio. Probablemente más de una circunstancia a tu alrededor es negativa, no entiendes por qué todo parece estar mal, te sientes triste y pasan los días y tus emociones se siguen hundiendo en esa desilusión, que si no la sabes manejar, se convierte en frustración, estrés y posteriormente en una depresión que viene siendo el estado emocional más grave y autodestructivo en el que podemos caer. Las emociones son variables. Cambian de día en día, por eso no podemos seguir cada pensamiento y sentimiento que tenemos como si fuesen una verdad absoluta ni mucho menos tomar decisiones importantes basándonos en éstos. Cuando algo nos sucede y nos sentimos tristes, no debemos permanecer así por mucho tiempo. Quizás un breve periodo de desilusión no tenga un efecto devastador en nuestra vida, pero una tristeza que dejamos crecer sin control y reforzamos cada día pensando en lo mal que nos sentimos, puede llevarnos a una depresión. No debes basar tu felicidad en que todo en tu vida esté bien. Si piensas que no vas a ser feliz hasta que todas las circunstancias estén bien, nunca vas a ser feliz. No podemos dejar que las circunstancias controlen nuestras emociones, que unidas a los pensamientos nos llevan a encerrarnos en una tristeza que si no la controlamos, destruye nuestra vida. Quiero decirte que peor que nuestras emociones, el enemigo de nuestras almas, el padre de mentiras, quien la Biblia llama Satanás continuamente está buscando derrumbarnos y cuando hacemos caso a nuestras emociones, le hacemos el trabajo fácil. El ha venido para engañar, matar y destruir. Es el autor intelectual de muertes, guerras, enfermedades, hogares destruidos, depresión y todo lo negativo que puedas imaginar, por lo tanto, es el escritor de todas las emociones y pensamientos dolorosos que pasan por tu mente y tu corazón. Pero Jesús vino para traer vida, para darnos esfuerzo, para levantarnos, darnos esperanza y llenarnos de alegría. Dice la Biblia que el gozo de Dios es nuestra fortaleza. La alegría que El nos da es lo que nos da fuerzas para seguir adelante. Sin gozo, somos débiles, abrimos la puerta para que entren los pensamientos negativos e iniciamos una caída libre hacia nuestra destrucción. Basta ya de tanta tristeza y dolor. El llanto puede durar toda una noche, pero así como sale el sol de un nuevo día, la oportunidad de nuevas alegrías toca tu puerta. La depresión no tiene que ver con lo que te sucede sino con la actitud que asumes ante tus circunstancias. Puedes decidir tener una actitud de esperanza renovando tu mente con las promesas de Dios. Deja de confiar en lo que te dicen tus emociones y comienza a confiar en quien te ama, te conoce, te cuida y está a tu lado siempre: Dios.