miércoles, 6 de junio de 2012

Salmo 91

COMENTARIO DEL SALMO 91. “El que habita al abrigo del Altísimo y se acoge a la sombra del Omnipotente, dice al Señor: «Tú eres mi esperanza, mi Dios, ¡el castillo en el que pongo mi confianza!»” Vs. 1 y 2 Quién se acoge al abrigo del omnipotente afirma con vehemencia y de corazón que Dios es “el castillo” en quién pone su confianza. Nombra el atributo omnipotente para afirmar que nada puede ser más poderoso que Dios. Y también hace referencia a un castillo, un lugar fuerte, seguro, gobernado por un rey que es Jesús, donde también existen soldados, que son los ángeles protectores. Allí es donde nos encontramos en el espíritu cuando ponemos como estandarte a Dios. “El Señor te librará de las trampas del cazador; te librará de la peste destructora. El Señor te cubrirá con sus plumas, y vivirás seguro debajo de sus alas. ¡Su verdad es un escudo protector!” Vs. 3 y 4 El diablo por medio de las personas nos pondrá trampas y artimañas para destruirnos, pero bajo la protección del Señor estas trampas son inútiles y destruidas, al igual que las pestes. Si pones tu confianza en el Señor, abrirá las alas de su protección sobre ti y vivirás seguro. Debajo de sus alas es una expresión de cuidado maternal, Dios nos protege como cualquier padre a sus hijos. Es idolatría poner nuestra fe en cosas ajenas a él, por eso su verdad es la verdad absoluta a la que debemos aferrarnos, la confianza en esta revelación llega a ser un escudo protector. “No tendrás temor de los terrores nocturnos, ni de las flechas lanzadas de día; no temerás a la peste que ronda en la oscuridad, ni a la mortandad que destruye a pleno sol”. Vs. 5 y 6 En la oscuridad se manifiesta con mayor poder las fuerzas del enemigo, la oscuridad facilita la mayoría de los asaltos y robos, a su vez la oscuridad puede ser una causa de temor en la noche, pero cuando el Señor es tú guardián las noches se transforman en paz y plácido descanso (Sal. 4:8). El terror no invadirá nuestros corazones porque Jesús lo ha llenado de amor. Las flechas lanzadas de día son un símbolo de las cosas que nos pueden pasar mientras hacemos nuestras labores durante el día. Luego nombra la peste en la oscuridad y la mortandad a pleno sol, de día y de noche estamos expuestos a distintos peligros de pestilencias y muerte, pero al hacer la voluntad de Dios estamos alejados del espíritu de mortandad y cualquier clase de pestilencias que puedan manifestarse. “A tu izquierda caerán mil, y a tu derecha caerán diez mil, pero a ti no te alcanzará la mortandad. ¡Tú lo verás con tus propios ojos! ¡Tú verás a los impíos recibir su merecido!” Vs. 7 y 8 En el mundo arrasan en todo tiempo diversas crisis, caos y problemas globales, ya sean de enfermedades, muerte o económicos, pero aunque las tinieblas te rodeen el Señor será tu luz. Quienes rechacen la gracia de Dios estarán más expuestos a estos peligros. De hecho siempre hay algún tipo de crisis en el mundo, pero de todas ellas nos librará el Señor, cuando ante la adversidad confesamos la victoria del nombre del Señor Jesús. “Por haber puesto al Señor por tu esperanza, por poner al Altísimo como tu protector, no te sobrevendrá ningún mal, ni plaga alguna tocará tu casa”. Vs. 9 y 10 En esta parte nos cubre con una declaración más que alentadora, diciendo que no hay ninguna clase de mal que nos podrá afectar si lo ponemos como nuestro fuerte refugio. Y al igual que la sangre de los corderos cubría la casa de los israelitas para que no entre la mortandad (Éx. 12:7) así mismo la sangre de Cristo cubre nuestra casa para que no entre en ella ninguna clase de plaga conocida o desconocida. “El Señor mandará sus ángeles a ti, para que te cuiden en todos tus caminos. Ellos te llevarán en sus brazos, y no tropezarán tus pies con ninguna piedra. Aplastarás leones y víboras; ¡pondrás tu pie sobre leones y serpientes!” Vs. 11 al 13 Dios se vale del trabajo de los ángeles para llevar a cabo sus propósitos, entre los muchos tipos de ángeles que existen están los protectores o guardianes, que tienen la capacidad de preservarnos. Tenemos que pedir a Dios que envíe sus ángeles para protegernos en todo tiempo y ellos vendrán con su poder sobrenatural a nuestro lado. Si bien nosotros no sabemos con que piedra podríamos tropezar en el camino, ellos si lo saben y nos evitan muchos tropiezos. La autoridad del nombre de Jesús nos habilita para reprender todo espíritu maligno y destructor poniéndolo bajo nuestros pies para aplastarlos. En Cristo somos más que vencedores y tenemos poder sobre toda fuerza del enemigo y nada nos dañará (Lc. 10:19). «Yo lo pondré a salvo, porque él me ama. Lo enalteceré, porque él conoce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en medio de la angustia. Yo lo pondré a salvo y lo glorificaré. Le concederé muchos años de vida, y le daré a conocer mi salvación.» Vs. 14 al 16 Esta promesa no es para cualquiera, tiene una condición, que es amar a Dios y conocer su nombre, estos son los que serán enaltecidos y puestos a salvo. En medio de las angustias Dios promete estar con nosotros para salvarnos, librarnos y glorificarnos. Recuerda invocar el nombre del Señor Jesús en tu casa y familia así desatarás la protección del altísimo.

Salmo 139

Salmo 139 Tú me examinas y me conoces El salmo 139 es una obra de arte. Toda su estructura está revestida de brillo poético, con figuras literarias altamente inspiradas. El salmista se instala en las aguas profundas de sí mismo y el centro de atención, contra todo lo que hubiésemos esperado, no es él mismo sino Dios. Y el punto focal es siempre un "Tú". El salmo 139 es un instrumento ideal para la oración de contemplación porque está de tal manera organizado, tanto pedagógica como psicológicamente, con figuras literarias cada vez más expresivas y originales, que en la medida en que el alma trata de vivir el significado de esas metáforas, sin darse cuenta, se va a encontrar en el fondo del mar de la presencia de Dios. Una noche estrellada, un cielo azul, una montaña nevada, pueden evocarnos a Dios pero no son Dios mismo, son mensajeros o evocadores de Dios. Pero el alma no se contenta con la evocación sino que quiere la Presencia y la Figura, busca el manantial mismo, el glaciar de donde emanan todas las fuentes. Dios mismo. Y el salmo 139 llega al glaciar mismo. En los seis primeros versículos, en un despliegue de luz y fantasía, y mediante un racimo brillante de metáforas, el salmista siente la omnipresencia y la omnisciencia divinas envolviendo y abrigando con su Presencia al hombre por dentro y por fuera, desde lejos y desde cerca, en el movimiento y en la quietud, en el silencio y en la oscuridad. "Señor, tú me examinas y me conoces, sabes cuando me siento o me levanto, desde lejos penetras mis pensamientos. Tú adviertes si camino o si descanso, todas mis sendas te son conocidas. No está aún la palabra en mi lengua, y tú, Señor, ya la conoces. Me envuelves por detrás y por delante, y tus manos me protegen." En el versículo 6 el salmista queda pasmado, casi abrumado, por tanta ciencia y presencia, que lo desbordan y trascienden definitivamente. "Es un misterio de saber que me supera, una altura que no puedo alcanzar." En los versículos 7 al 12 la inspiración alcanza cumbres mucho más altas. El salmista acopla alas a su fantasía e imagina situaciones inverosímiles de lejanía, volando en un intento de fuga sobre las alas de la luz, cubriéndose después con un manto negro pedido en préstamo a la oscuridad, para ocultarse de este porfiado perseguidor… pero todo es inútil, es imposible. "¿A dónde podré ir lejos de tu espíritu, a dónde escaparé de tu presencia? Si subo hasta los cielos, allí estás tú, si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. Si vuelo sobre las alas de la aurora, y me instalo en el confín del mar, también allí me alcanzará tu mano, y me agarrará tu derecha. Aunque diga: "Que la tiniebla me encubra, y la luz se haga noche en torno a mí". no es oscura la tiniebla para ti, pues ante ti la noche brilla como el día." Vencido ante tal asedio del Omnipotente y convencido de la imposibilidad de cualquiera fuga, el salmista, en los versículos 13-16, desciende hasta el abismo final del misterio y allí descubre que Dios está presente con su acción creadora hasta en la sustancia primitiva del óvulo materno y que Él mismo, con manos delicadas, fue tejiéndome desde las células más primitivas hasta la complejidad de mi cerebro, y que si Dios desapareciera de mi presencia yo vendría verticalmente a la nada. Así, pues, Dios es la esencia de mi existencia, alma de mi alma, y vida de mi vida. En este mismo momento me está dando a luz a la existencia por amor, cada momento es un acto creador por amor, estoy dentro de Él y Él dentro de mí. Él está en torno de mí y yo en torno de Él. Soy, pues, hijo de la Inmensidad. Su aliento es mi vida y no puedo escapar de su Presencia. Mientras duermo velas mi sueño, si salgo a la calle caminas a mi lado, no hay distancias que puedan separarme de Ti ni tiniebla que pueda ocultarme, adonde quiera que yo vaya vienes conmigo, sabes perfectamente el término de mis días y las fronteras de mis sueños, definitivamente me desbordas, me sobrepasas, me transciendes. ¡Oh Presencia siempre oscura y siempre clara! ¡Oh Abismo insondable que fascinas y cautivas mi ser entero y sosiegas las tormentas de mi espíritu! Estás conmigo. Por eso no puedo alejarme de tu Presencia aun cuando en alas de un sueño mágico alcanzara la estrella más lejana de la galaxia más distante, allí también estarás conmigo. "Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el vientre de mi madre. Te doy gracias porque eres sublime, tus obras son prodigiosas. Tú conoces lo profundo de mi ser, nada mío te era desconocido cuando me iba formando en lo oculto y tejiendo en las honduras de la tierra. Tus ojos contemplaban mis acciones, todas ellas estaban escritas en tu libro, y los días que me asignaste, antes de existir." En el versículo 17 el salmista, no pudiendo ya contenerse y conmovido por tanto prodigio, prorrumpe como extasiado en una serie de exclamaciones: "¡Qué incomparables me parecen tus designios. Dios mío! ¡Qué inmenso el conjunto de tus obras!" Si arrastrado por la admiración o la curiosidad me pusiera yo a enumerar una por una las maravillas de tus dedos, ¡vana ilusión!, es imposible, son más numerosas que las arenas de las playas. Y si en una hipótesis imposible llegara yo a transformar un imposible en un posible y acabara por enumerar los prodigios de la Creación, precisamente entonces me encontraría con el misterio supremo, inabarcable, inconmensurable, infinito: Dios mismo. "Si los cuento son más que la arena, y aunque termine, aún me quedas tú." Y en este momento como si saliendo de un paraíso de paz entrara en un campo de batalla, el salmista saca el rifle y comienza a disparar fieramente en todas las direcciones. ¿Cómo se entiende esta tempestad violenta después de tanta paz? No se trata de los enemigos personales sino de los enemigos de Dios. Se trata, pues, de ese sentimiento que la Biblia llama "celo por el honor de Dios": la misma cólera que sintió Moisés al romper las tablas de la Ley y sobre todo la misma santa indignación que sintió Jesús, que al ver transformado el templo en un mercado, armó aquel escándalo de proporciones empuñando un látigo de cuerdas y volcando las mesas de los cambistas. En los versículos finales, 23-24, el salmista desciende a los niveles profundos de su intimidad, y en una actitud de gran humildad se somete al juicio de Dios: Ante Tí están mis libros de cuentas, mis ríñones y mis huesos. "Entra en mi recinto, Señor", levanta un tribunal, averigua, escudriña, juzga, "no permitas que mis pies den un paso en falso". "Tómame de la mano y condúceme firmemente, todos los días de mi vida, por el camino de la sabiduría y de la eternidad"

sanando el cuerpo y el alma.

Las siete zambullidas de Naaman nos revelan 7 cosas a las que debemos renunciar para ser sanos en cuerpo y alma. (Lectura, 2 de Reyes 5: 1- 14) Vs. 14: "El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio". La mayoría de las enfermedades físicas tienen una relación directa con problemas emocionales, el 90% de las enfermedades son producto de alguna situación emocional que todavía no has resuelto. Dios quiere sanarte de la enfermedad física y emocional. Hay muchas emociones dentro de los seres humanos que están sin resolver, recuerdos del pasado, enojos y broncas acumuladas que han creado situaciones negativas que hacen que nos sintamos enfermos. Toda emoción negativa que no es expresada tiende a enfermar a alguno de los órganos de nuestro cuerpo, las emociones no expresadas afectan nuestras vidas de manera significativa. Dios quiere sanar tus emociones para también sanar tu cuerpo. Hay una estadística hecha por científicos en una empresa que dice que de 200 personas que aparentemente estaban sanas, encontraron que el 43,5% sufría de Trastornos generales, 37,5% Dolores de estómago, 26,5% Estados de ansiedad, 22% faringitis recurrente, 17,5% mareos, 17,5% insomnio, 15% diarrea, 15% dolor de cabeza, 6% reumatismo. Es evidente que las presiones laborales son un ejemplo de cómo se ve afectado el cuerpo. También se ha descubierto que una persona en promedio antes de los 25 años ha tenido 200 enfermedades. Cuando nos preguntamos porque las cosas pasan, porque la enfermedad nos ataca, nos damos cuenta que es muy probable que en nuestro interior haya cosas sin resolver. Las siete zambullidas de Namman, el general sirio. Naaman era un hombre muy importante, pero el tenia lepra y en ese tiempo la lepra no se podía tratar, no tenía cura. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, la piel es el reflejo de nuestro interior, cuando estamos enfermos muchos de los síntomas se manifiestan en la piel, por ejemplo: la persona que tiene problemas en el hígado su piel se pone amarilla, una persona con alergia también se ve en su piel, etc. Investigaciones nos dicen que la piel se ve afectada también cuando la gente en su niñez no recibe amor y cariño, abrazos y caricias es decir la piel se ve afectada por la falta de esas personas que nos tenían que haber amado, abrazado, contenido, entonces aquí descubrimos que Naaman estaba pasando por esta situación. Ahora la pregunta que me hice al leer esta historia es ¿por qué siete veces tenia que meterse en el río, porque no una, dos o tres? Naamán tenía que resolver y sanar siete cosas en su interior, siete situaciones internas para poder recibir la sanidad en su cuerpo. Hay siete situaciones que Naaman necesitaba solucionar, situaciones internas que lo enfermaban, en cada zambullida una de ellas era sanada, quizás estés pasando por lo mismo, siete situaciones que no te permiten recibir la sanidad completa de parte de Dios, y hoy quiero hablarte de estas siete zambullidas que tuvo que hacer Naamán para ser sano, y que tendrás que vencer en tu vida para que la sanidad interna y externa venga a ti. Zambullida #1 "El orgullo" Lo primero que dice la Biblia sobre Naamán es que era un varón grande delante de su señor. Era un hombre orgulloso, las personas que son orgullosas terminan enfermándose, se sienten superiores a los demás y quieren demostrarlo todo el tiempo, es gente que se afirma en sus logros, en su propia fuerza para demostrar que son alguien, necesitan mantener una apariencia que terminan enfermándolos. Una de las principales cosas que Dios tiene que sanar es el orgullo. Tienes que renunciar al orgullo. El orgullo te enferma, este hombre hasta el día que conoció a la niña que le sugirio ir al profeta, siguió enfermo, él se consideraba una persona importante, estaba orgulloso de estar al lado del Rey, cuando estas en esa actitud le pones una traba al Señor. Quitar el orgullo de tu vida hará que el poder de Dios pueda actuar en ti y puedas recibir la sanidad que estas necesitando. Zambullida #2 "Mala conexión con el dinero" Cuando Naaman se enteró que alguien lo podía sanar de una manera sobrenatural, llevo ¡340 kilos de plata 60 kilos de oro y 10 mudas de vestido, sin duda era una gran riqueza!. Tomo ese dinero y se fue a presentar delante del hombre que lo iba a sanar, él pensaba que podía comprar su sanidad a través del dinero. Pero no funciona de esa manera. Dios no necesita tu dinero para sanarte, cuando le ofrendas a Dios le ofrendas para que el reino de Dios se extienda, no para comprar tu sanidad, la sanidad no se compra, el amor de Dios no se compra. Sino solo los que tienen dinero se sanarían. El problema de Naaman era la mala conexión con el dinero, como esas personas que creen que porque tienen dinero son más que los demás. El dinero no sirve solo para comprar bienes y servicios, al dinero a veces, se puede usar como una mala conexión, las personas lo utilizan para tener amigos, gente que compra amistades, invitan a cenar y dicen "Ven que te compro esto, ven que te regalo lo otro". Eso es una mala conexión porque si no fuese por el dinero estarían solos. El dinero es una bendición de Dios, pero la biblia dice que "raíz de todos los males es el amor al dinero" lo malo no es tener dinero sino adorar al dinero, en vez de adorar a Dios que te da el dinero. Lo que Dios quiere hacer es sanar tu conexión con el dinero. Desde que Jesús vino a la tierra todas las bendiciones que recibimos son por gracia, antes de conocer a Jesús nosotros merecíamos la enfermedad, porque no habíamos recibido la gracia de Él. Lo que tu recibes no es por tener mucho o poco dinero sino porque Dios es bueno y aunque no lo merezcamos él nos lo da igual. Zambullida #3 "Actitudes de Sabelotodo" ¡El creía que sabía todo! Esas personas que creen que saben más que todos, cuando les explicas algo, ellos ya lo sabían. Hay que levantarse todos los días con una mentalidad de aprendiz. Este hombre creía que sabía todo, cuando la niña le dice: "En Israel hay un profeta" no le dijo que fuera a ver al Rey, sino al p-r-o-f-e-t-a. Pero este hombre en vez de ir a ver al profeta quiso ir a ver al rey. A veces por creer que sabemos todo, recurrimos a la gente equivocada. Tenemos que levantarnos pensando y preguntándole a Dios cual es el paso que tengo que dar, Dios te está mirando y para sanarte quiere que saques la actitud de "lo sé todo", y la reemplaces por una actitud de aprendiz. Cada dia hay algo nuevo por aprender. Zambullida #4: "Demostraciones exageradas de poder" Cuando Naaman llega a la casa del profeta, este estaba adentro. Llega a la puerta de Eliseo en un carro de guerra y rodeado de soldados a caballo, intento meterle presión al profeta, demostrar quién era. Tu no puedes presionar a Dios para que te sane, no puedes impresionar a Dios con lo que tienes para que te sane. Cuando este hombre llega con todo su ejército y Eliseo en vez de salir a la puerta y atenderlo, le manda un empleado diciéndole que tenía que: "irse a bañar". Esto nos enseña que de ninguna manera podemos intimidar con lo que tenemos a Dios, Dios actúa por gracia, no por presión. Dios busca corazones humildes y sinceros para poder bendecirlos. Un Naaman moderno llegaría a la puerta de nuestros templos, en una limusina, con diez vehículos Mercedes Benz de compañía, alardeando, tratando de impresionar y poniendo presión. Diciendo, "soy importante, sáname". Zambullida #5: "El Enojo" Dice la biblia que Naaman se fue enojado. Estadísticamente la gente que se enoja muy seguido vive menos tiempo. El que se enoja mucho tiene problemas cardiacos, hepáticos y gastrointestinales. No hay que enojarse más, hay que tomar con calma los problemas. El enojo te enferma y también te aparta de tu sanidad. Hay maneras negativas de enojarse, por ejemplo podes expresar el enojo con la otra persona: gritando, insultando, algunos hasta llegan al punto de golpear al otro. Hay gente que expresa su enojo en forma interna, se traga la bronca, en vez de decir todo, se guarda. Cuando guardas esa bronca se transforma en problemas internos. Una de las consecuencias más comunes que encontré es que muchas de las personas con sobrepeso están así porque tienen problemas guardados, enojos escondidos porque acumulan problemas en vez de resolverlos de la manera adecuada, también hay otras personas que quieren tapar el enojo con la droga o con el alcohol. ¿Cómo sacamos el enojo? Una manera seria entregárselo a Dios, de una manera sobrenatural. Al enojo hay que sacarlo de alguna manera, una manera es encerrarte en tu habitación, no expresarlo en palabras a una persona, si no hablarlo solo, gritarle a la nada, y sacarte la bronca. Otra manera es hacer ejercicio físico y gastar esa energía negativa de forma sana. Tienes que sacar el enojo. Descargar todo lo que acumulaste durante tanto tiempo, porque es posible que eso sea lo que haya traído enfermedad a tu vida. Zambullida #6: "Todo se hace como digo yo" Naaman decía y trataba de enseñarle a Dios como tenia que hacer el milagro de sanidad. El creía que todos tenían que hacer las cosas como a él le parecía, es esa gente que es estructurada y que cree que se hace todo de cierta manera. Personas inflexibles, que tienen posturas rigidas que no desean cambiar aunque saben que deberían hacerlo. La rigides de pensamiento se ve reflejada en enfermedades en las articulaciones, artritis y artrosis. Hay que abrir la mente a lo nuevo de Dios, hoy Dios puede ser que te sane de una manera sobrenatural y sientas un fuego dentro tuyo, o que te unjan con aceite, hay distintas maneras, porque Dios es multiforme, y no lo podemos encasillar. Zambullida #7: "Las Comparaciones" Naaman decía "¿como me voy a meter y sanar en estos ríos, si en Siria en la ciudad de Damasco son mejores que los que hay acá?". La última de las cosas que tenia este hombre era que vivía de las comparaciones, esa gente que mira que ropa te pusiste hoy, que zapatos, que vehiculo tenés. Las comparaciones te llevan a la envidia y la envidia te enferma. Dios tiene que sanar ese espíritu de comparación. No compitas, ni te compares con nadie, solo con tu mismo para superarte cada día. Estas 7 cosas que tenia este hombre fueron obstáculos que tenia para llegar a la bendición, pero Dios lo fue sanando en un espacio de horas. Dios lo fue tratando, primero, le puso a una niña esclava que le dijo lo que tenía que hacer, después fue a ver a un un Rey que lo saco corriendo, luego le puso a un profeta que no le dio interés, por otro lado lo atendió un sirviente que le dijo "anda a bañarte". Dios le fue rompiendo todos los esquemas mentales, porque Dios sabe que si rompemos los esquemas mentales negativos nos vamos a sanar, si rompemos los obstáculos que están en nuestro interior Dios puede sanarnos. A veces Dios nos sana rápidamente y a veces en un proceso en el cual nos va rompiendo esquemas hasta llegar a la sanidad. Dios quiere sanar esos obstáculos para que llegues a tu sanidad. Hoy es dia de renunciar a ellos. Lo bueno es que todo esto no lo merecíamos, si no que Dios a través de su misericordia y por medio de su hijo Jesucristo nos regaló la vida eterna, por gracia, gracia es un regalo que no merecemos. La biblia también nos enseña que Jesús nos da vida abundante. En lo físico, en lo espiritual, en lo emocional, en lo material, Dios no solamente piensa en el "más allá" si no también en el "más acá". Va a llegar un momento en el que irás al médico y mientras sigas haciendo el tratamiento, Dios te va a sanar de una manera sobrenatural y cuando vuelvas al médico, él se va a sorprender y no va a encontrar ninguna enfermedad. No va a haber nada. Pero sigue con el tratamiento, hasta que llegue el milagro de Dios, y vayas al médico y no pueda explicarte como de una enfermedad incurable pasaste a ser una persona sana, y en ese momento podrás decir: ¡¡Fue mi Dios, mi Dios sanó mi cuerpo, porque primero sanó mi interior!!
la mejor medicina ...la risa Cuando estamos alegres nos sentimos de buen humor, nos reímos y divertimos, y esto constituye una excelente medicina para mantenernos sanos. (Prov. 17:22). “Un corazón alegre le hace bien al rostro, pero las penas del corazón abaten el ánimo”.Proverbios 15:13 Una gran cantidad de enfermedades que se padecen en nuestro mundo se deben simplemente a la falta de alegría en la gente. Vivir una vida tensa y llena de preocupaciones causa dolores de cabeza, problemas digestivos, falta de energía y no poder dormir bien. Gran parte de estos síntomas se irían solo si vivimos una vida sin estrés; y para vivir sin estrés Dios nos dio la medicina de la risa, que viene a ser como una medicina natural que debemos utilizar que nos hace sentir mucho mejor. Al reírnos Dios nos rejuvenece y nos restaura de las presiones que tenemos. En Proverbios 17:22 dice así: “Un corazón alegre es la mejor medicina; un ánimo triste deprime a todo el cuerpo”. (Reina Valera contemporánea) Cuando estamos alegres nos sentimos de buen humor, nos reímos y divertimos, y esto constituye una excelente medicina para mantenernos sanos. La ciencia médica nos dice que las personas que ríen más fortalecen su sistema inmunológico, reducen la presión arterial y tienen un 40% menos de probabilidades de sufrir un ataque al corazón que las personas que no se ríen con regularidad. También activa el lado derecho del cerebro, que nos ayuda a liberar la creatividad y tomar mejores decisiones. La risa activa tranquilizantes naturales del cuerpo que nos ayudan a relajarnos y dormir mejor. Conozco a un a mujer que por años no había podido dormir bien, y para ello tomaba tranquilizantes, los tomó por tanto tiempo que ya no le hacían mucho efecto. Lo había intentado todo, dietas, fue a muchos médicos y probó varios tipos de medicinas, pero nada parecía funcionar. Sin embargo un médico le dio una receta muy inusual, le dijo: “Todas las noches antes de ir a dormir debe ver algo divertido, una película, un video, algo que la haga reír”. Ella comenzó a practicarlo noche tras noche, y mes tras mes fue mejorando, hasta dejar totalmente los medicamentos. Ahora puede dormir como un bebe. ¿Qué sucedió? Ella solo utilizo la medicina que Dios puso a nuestra disposición, que funcionaron mejor que los tranquilizantes que dan los hombres. ¿Será que usted también podría mejorar su salud y sanarse si tan solo aprende a despejarse un poco más y reír más a menudo?, ¿Podría ser que los dolores de cabeza, espalda, migrañas, dolor crónico, fatiga crónica, incluso la depresión se iría si solo tendría tiempo para jugar, reír y disfrutar de la vida que Dios le ha dado? Cuando mi madre fue diagnosticada con cáncer terminal en 1981, esta es una de las cosas que ella hacía, además de orar y reclamar las promesas de Dios. Durante el día, en vez de ir a la cama, en lugar de sentarse o sentir lástima por sí misma, pensando en sus problemas, ella se iría y veía dibujos animados en la televisión. Se sentaba allí a reír y reír. ¿Qué estaba haciendo? Ella liberaba por la risa la medicina que Dios puso en nuestros cuerpos. Si no podía encontrar algo divertido para ver terminaba buscando a mi hermano Pablo y ¡eso siempre la hacía reír!. Cuando yo tengo un día duro con muchas presiones y me siento tenso, eso me lleva a tener un dolor de espalda justo en el centro de mi columna vertebral y se que es solo de tensión. Hago lo que estoy diciendo que hagamos, divertirme, y voy a jugar con mis hijos. Ellos siempre me hacen reír, o bien voy a ver algo divertido en televisión. Inmediatamente después de unos minutos de risa el dolor desaparece totalmente. (…) “porque el gozo del Señor es nuestra fuerza”. Nehemias 8:10 (RVC) Es como si tuviera un buen masaje, ¡pero mucho más barato! El medicamento que estoy hablando de hoy le puede ahorrar mucho dinero. Le puede ahorrar la comprar de las pastillas para dormir, tranquilizantes y antidepresivos. La risa libera medicamentos naturales del cuerpo. No sólo puede traer la curación física, también la risa ayudará a fortalecer nuestras relaciones. Tengo un buen amigo que es médico. Contó que llegó una señora que tiene un caso grave de fibromialgia. Es muy doloroso. Pasaba horas al día con sufrimiento en la cama. Tenía fatiga crónica, falta de energía. Ella estaba en mal estado de salud tanto física como emocionalmente. Ella había pasado por tiempos difíciles y vivió una vida depresiva. El médico le dio medicamentos para tratar el dolor, pero él sabía que eso solo alivia los síntomas y no cura la causa raíz del problema. Después de haber hablado con ella un rato se dio cuenta de lo deprimida que estaba. Él le hizo una pregunta muy interesante, le dijo: "¿Cuánto tiempo ha pasado desde que usted ha tenido una buena risa, abundante?" La mujer pensó un momento y le dijo: "Doctor, no me he reído como en más de 30 años, desde que yo era un niña." Él dijo: "Bueno, aquí está la receta. Tienes que ir a buscar todas las películas divertidas que puedas encontrar. Ve a buscar a todos los libros divertidos que pueden leer y reír tanto como le sea posible”. Ella comenzó a hacer precisamente eso. En lugar de sentarse a sentir lástima por ella se echó a reír. Poco a poco volvió su alegría. Todos los días se reía más y más. Ella comenzó a sentirse mejor. El dolor comenzó a ceder. Ella recuperó su energía de vuelta. Tres meses más tarde volvió al médico para su chequeo. El médico dijo que al momento en que entró al consultorio él notó algo diferente en ella, había un brillo en sus ojos y una sonrisa en su rostro. Ella dijo: "Doctor, yo nunca me he sentido tan bien en toda mi vida." “Buen remedio es el corazón alegre, pero el ánimo triste resta energías”. Prov. 17:22 (Versión: Dios habla hoy) Cuando usted tiene un espíritu alegre, eso produce que la medicina de Dios fluya naturalmente en todo su cuerpo. Permítame preguntarle lo que el médico le preguntó: "¿Por cuánto tiempo ha pasado desde que usted ha tenido una buena risa, abundante?" ¿Un día?, ¿Una semana?, ¿Un mes? ¿Un año? ¿Diez años?. Esta medicina que nos da la palabra de Dios es totalmente gratuita, no tiene efectos secundarios. Se puede tomar tantas veces como desee. Voy a darle una receta hoy: Todos los días, por lo menos tres veces, busque algo divertido que le haga reír a carcajadas. No es una risa interior, es una risa en voz alta, una carcajada de alegría. Suelte las endorfinas en el interior. Active los tranquilizantes naturales. Cada vez que te ríes refuerzas tu sistema inmunológico. Reduces la presión arterial. Bajas la tensión y la creatividad viene. Si usted va a permanecer con esta receta y va a reír todos los días con un corazón feliz, si adopta una mente alegre, entonces va a dormir mejor, va a hacer más cosas, tendrá más energía. Usted va a tomar mejores decisiones, será más creativo. Creo incluso que algunas de estas zonas de dolor crónico o fatiga, comenzará a desaparecer. ¡No olvide tomar su medicina!