miércoles, 18 de enero de 2012

Como vencer el desanimo, 1era parte.

Hoy voy compartir contigo, a través de la vida de Nehemías, cómo vencer el desaliento y el desánimo.

Está hecho en tres partes: La primera parte: “Qué son las malas noticias y lo que provocan”; la segunda: “Cómo afectó y reaccionó Nehemías para vencer el desaliento y obtener los recursos para reedificar su ciudad”

y la tercera: “La fuerte oposición anímica que el enemigo utilizó para desanimarlo y la manera en que Nehemías resistió y tuvo una victoria total.”

Primera parte: “Qué son las malas noticias y lo que provocan”.

Toda visión comienza en la imaginación. Visión es tener un objetivo bien claro de hacia dónde vas, dónde quieres llegar. Visión genera en ti una fuerza interior, un aliento tan poderoso que aunque vengan las crisis, los problemas, las malas noticias, tú estás automotivado. La fuerza y el aliento de Dios están mezclados con tu fuerza. No sabes cómo sigues hacia adelante, pero sientes la fuerza del Señor en tu interior. Esto hace que cada vez que te desalientes, te vuelves a levantar.

Visión: “Los ojos que miran son comunes, pero los ojos que observan son muy raros. (Myles Munroe)

Nehemías 1:1-3. Nehemías fue llevado cautivo a Babilonia. Estaba como asistente del rey en la degustación del vino y la comida. Además, era el hombre de confianza del rey Artajerjes. Un día informan a Nehemías, que la muralla de su ciudad estaba derribada y sus puertas quemadas por completo por el fuego.

Seguramente pasaste por momentos muy difíciles en tu vida, días de desaliento, de desánimo, días que ni a tu peor enemigo le desearías que pase. O probablemente estás pasando en este momento complicaciones, inseguridades. Quizás hoy tienes que tomar una decisión, pero tienes miedo de hacerlo porque piensas que puede perjudicarte más todavía.

Hoy quiero hablarte de cómo vencer el desaliento a través de Nehemías y del respaldo de Dios hacia él, en lo secreto y en manera invisible.

En un día, Nehemías recibe tres noticias:

Le informan a Nehemías.

Cuando el médico te informa del diagnóstico que no esperabas, cuando el jefe te informa del despido, cuando el banco te informa que tu casa será rematada, cuando te informan de la infidelidad del ser que amas, esa información te ha paralizado, es como que los cielos se te cayeron encima. Nehemías recibe información inesperada. Nadie está preparado para recibir malas noticias. Ninguna persona se prepara para oírlas y mucho menos para pasarlas. A ningún ser humano le gusta recibir malas noticias. ¿Alguna vez pronunciaste estas palabras? Me cayó como un balde de agua fría, no puedo creer que esto me pase, ¿por qué me pasa todo a mí?, yo no le hago mal a nadie. ¿Estas palabras te son familiares? Verdad que sí, entonces te doy la bienvenida al mundo de los humanos, porque todos las dijimos alguna vez.

La muralla de tu ciudad está derribada.

Muralla simboliza todas aquellas cosas en las cuales te proteges: tu esposa/o, tus hijos, tus amigos, tu visión, tus sueños, tus deseos, tu propósito en la vida, tu empleo, tu profesión, tus habilidades, tus dones, tu conocimiento, tus logros, tu fuerza, tu confianza en ti mismo, tu casa, tu auto, tu dinero, tu familia. Y un día, sin darte cuenta, algo de esto, o todo, o casi todo, fue derribado.

Y sus puertas quemadas a fuego por completo.

Una puerta indica una salida, una entrada, indica un límite; puerta simboliza tu corazón, tus emociones, tus afectos, tu identidad, tu confianza.

En algún momento de tu vida le abriste tu corazón a alguien, le entregaste tus emociones, tus afectos y hasta tu identidad (tu yo interior) y no recibiste la misma respuesta. Quizás te engañaron, te mintieron, abusaron afectiva y físicamente. Las pérdidas, los rechazos, los abandonos, las desilusiones, las carencias de buenos resultados, son como fuego que consumieron tu corazón.

Y hoy el enemigo quiere desalentarte, dejarte paralizado, sin aliento interior, como sucedió con Nehemías. Toda mala noticia trae consigo el desaliento, pero no te olvides, ¡Dios está contigo como poderoso gigante!

Las cosas nos suceden por tres motivos:

Por accidentes:

Sucederán cosas en tu vida accidentalmente. No podrás preverlas, imaginarlas o esquivarlas, simplemente suceden. Por eso tenemos miedo a lo desconocido. Salmo 23:4 dice: Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.

Vamos a hacer la primera declaración de sanidad emocional. Si tienes miedo a lo que pueda pasarte, o te imaginas lo peor, o si eres de los que esperan malas noticias, di en voz alta:

Declaro que a partir de este momento renuncio al miedo de lo que me pueda pasar, renuncio a imaginarme lo peor, renuncio a esperar siempre lo malo de la vida. Yo creo y determino la palabra de Dios para mí, que dice que el perfecto amor de Dios echa fuera todo temor. Gracias Jesús, porque tú eres el perfecto amor de Dios, y tu presencia en mi ser interior hace que el temor ya no me domine. Pasaré el valle de sombra de muerte, no me detendré en él. Ya no hay temor en mí. ¡Mi destino final es que pasaré todos los valles de sufrimientos porque tú, Señor, estás conmigo! ¡Lo creo, lo declaro y lo determino en el nombre de Jesús. Amén y amén!

¡Felicitaciones, eres libre de todo temor, te aliento a hacer cosas que nunca hiciste!

Por negligentes:

Negligente es el que no pone el interés y el cuidado que tendría que poner al desempeñar una obligación. Implica un riesgo para uno mismo o para terceros y se produce por no leer las consecuencias previsibles y posibles de la propia acción, hay falta de interés y la persona está distraída. Aunque la persona no tenga mala intención, de todas maneras el resultado es perjudicial.

Proverbios 6:6 dice: Ve a la hormiga, oh perezoso, (negligente) mira sus caminos, y sé sabio (entendido); la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso (negligente) ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo; así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado. El ser negligente trae los resultados que no queremos. Todo lo que tenemos y somos es el resultado de una acción.

Puede ser que las consecuencias negativas que hoy estás atravesando, sean por alguien que estuvo o está al lado tuyo. Por la negligencia de esa persona hoy tienes resultados negativos. O puede ser que las consecuencias negativas que hoy estás atravesando, sean por tu propia negligencia. Estás distraído, no tienes interés.

De todas maneras, tengo una muy buena noticia para ti. Dios dice “que el ojo del amo engorda el rebaño”. Lo contrario a negligente es ser diligente: la prontitud, la prisa, el cuidado en la ejecución de algo. Quien es diligente, por lo tanto, se organiza y acciona con velocidad y eficacia.

Vamos a hacer la segunda declaración para dejar de ser negligentes y ser diligentes en todo lo que hagamos. Di en voz alta:

Renuncio a toda distracción. Renuncio a toda falta de interés en mis proyectos, mis sueños, mi imagen emocional y física. Renuncio a delegar lo que yo tengo que hacer a gente que no está preparada. Cancelo todo cansancio interior. Renuncio al pensamiento de fracaso, de derrota, al pensamiento de que nada me saldrá bien.
Declaro y decreto que a partir de hoy recibo la inteligencia, la habilidad que el Espíritu Santo me ha dado. Activo en mi ser interior la energía divina, la fuerza de Dios. Recibo la sabiduría divina, activo en mi mente, en mi espíritu, en mi cuerpo la fuerza y el poder del Espíritu Santo. ¡Lo creo, lo declaro y lo determino en el nombre de Jesús, amén, amén y amén!

¡Felicitaciones, hoy la energía y el poder de Dios te dan fuerzas nuevas!

Por ignorancia:

Se dice de la persona que está falta de cultura o de instrucción, que no ha recibido la formación o educación necesarias. También se aplica a la persona que no tiene conocimiento sobre un asunto o materia.

Los adultos sabemos que los bebés al comenzar a dar sus primeros pasitos, todos los objetos que encuentran, se los llevan a la boca, y de tener cerca los apliques para enchufar los aparatos electrónicos, seguramente pondrán los deditos dentro de ellos. ¿Y cuál es la reacción de los papis? Lanzamos un grito tipo Tarzán ¡Nooo, cuidado! Porque sabemos que ese acto involuntario puede traer consecuencias terribles. Así te ha sucedido en tu pasado. Por no tener el conocimiento completo sobre lo que tienes que hacer o decir, hoy estás viviendo las consecuencias de la ignorancia.

A través de Isaías 5:13 Dios dice: “Por tanto mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento.”

Uno no es pobre por falta de recursos, sino por no saber cómo generar los recursos. Una mujer que sufre violencia de pareja no es porque está con un hombre violento, sino por ignorar que no es merecedora de tal violencia.

Pero hoy tengo una muy buena noticia, a pesar de los resultados que tuviste o tienes por las malas decisiones, Dios te restaura por completo y te da su sabiduría y conocimiento. Pablo dijo: “habiendo sido yo blasfemo, un perseguidor y un insolente; pero Dios tuvo misericordia de mí, porque yo era un incrédulo y actuaba con ignorancia. ¡Doy gracias al que me fortalece, Cristo Jesús nuestro Señor, porque me consideró digno de confianza al ponerme a su servicio!

¡Impresionante esta declaración de Pablo! Hoy es tuya. Hoy podés decir que el Señor te fortalece. Hoy podés decir que muchos de los que te rechazaban te pedirán perdón, porque Dios mostrará que eres una persona digna de confianza y llena de sabiduría.

Vamos a hacer la tercera declaración para extirpar de la mente la ignorancia que te limita y no te permite avanzar. Di en voz alta:

Renuncio a todo pensamiento de ignorancia. Renuncio a pensar que soy un torpe. Renuncio a todo pensamiento de que no sé, de que no puedo, de que no tengo.
Hoy determino que a través de la presencia del Espíritu Santo en mí, se activan los dones de sabiduría, conocimiento, discernimiento de espíritu. Se activan las distintas habilidades que Dios puso en mí para abrir puertas extraordinarias, para tener conexiones de oro. ¡Lo creo, lo declaro y lo determino en el nombre de Jesús, amén, amén y amén!

¡Felicitaciones, prepárate para ver la gloria de Dios en todo lo que hagas!

En Hechos de los Apóstoles 28:15 dice: “Después que Pablo vio a la gente que él quería, que amaba, dio gracias a Dios y cobró aliento para seguir adelante.”

¡Vamos, toma aliento, recupera tus fuerzas porque Dios puso al lado tuyo gente que te ama, que te alienta a seguir! ¡Rodéate de gente que te inspira, gente de fe! ¡Vamos, que este es el tiempo para conquistar! ¡Levántate, porque naciste para ganar

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